Paese/Località: Haiti – La Plaine -Lilavois – Budget: € 2.500 – Finalità: Sviluppo economico

La zona di La Plaine, Lilavois si trova a circa 20Km da Port–au-Prince, la capitale di Haiti, ed è una zona molto povera. Come gran parte della nazione fu sconvolta dal terribile terremoto del 2010 che distrusse le case con numerosissimi morti; si formarono allora campi di rifugiati con più di un milione di persone accampati nelle tende. Le suore Comboniane hanno promosso la costruzione di 12 nuove case per altrettante famiglie: si tratta di 65 persone tra donne (25) uomini, giovani, adolescenti e bambini. Con il nuovo progetto si vorrebbe avviare per queste famiglie delle attività economiche in grado di fornire i mezzi per il loro sostentamento. In particolare le donne verranno quindi formate nella tessitura e nella produzione di sandali, mentre le famiglie nel loro complesso dopo aver seguito dei workshop sul rispetto dell’ambiente, verranno aiutati a sviluppare un orto comune e 12 orti nel complesso residenziale.

Di seguito, per chi vuole approfondire il progetto, uno stralcio (in spagnolo) della richiesta pervenutaci dalle suore Comboniane:

Título del Proyecto: Mujeres con esperanza para una vida digna en el Conjunto Habitacional PIM (Pastoral Intercongregacional para Migrantes) Haití.
PAÍS / ZONA GEOGRÁFICA / CIUDAD DONDE EL PROYECTO SE IMPLEMENTA:
El conjunto de 12 casas PIM (Pastoral Intercongregacional para los Migrantes) se encuentra ubicado en la zona de La Plaine , Lilavois, a unos 20 kms. de Puerto Príncipe. Lilavois, pertenece al Distrito o Municipio de Croix de Bouquets del Departamento Oeste de Haití. El Municipio de Croix de Bouquets tiene una superficie aproximadamente de 665,9 Km2 y Lilavois tiene alrededor de unos 5,000 habitantes. La localidad de Lilavois no es una localidad tan pobre como otras zonas de sus alrededores de Puerto Príncipe. Se puede decir que es una zona clase media-pobre.

DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN:
En Haití después del terremoto de enero del año 2010, dejó a más de 10 mil familias a la interperie donde perdieron sus casas y sus bienes materiales y, no tuvo otra alternativa que ubicarse en cualquier espacio libre que encontraran. Así fue como se formaron campos de refugiados con más de 800 campamentos y con más de un millón de personas que vivían bajo tiendas y en unas condiciones que cada vez eran más degradantes. Hasta hoy mas de 50 mil personas viven en campamentos. ¡Entre tienda y tienda uno tenía que pasar de lado!. Y allí, en esas callejuelas, lavaban la ropa con lo mínimo de agua posible y el agua sucia la echaban en el mismo sitio. Miles de niños que no podían ir a la escuela deambulaban por entre las tiendas y habían paradas donde las mujeres tenían pequeñas ventas para ayudarse económicamente. Habían campamentos con más de seis mil personas que se aglomeraban en carpas tan pegadas unas de otras que no dejaban espacio ni para caminar con normalidad.
Las tiendas de campaña, que normalmente servían para una permanencia transitoria, albergaban a familias de hasta 11 miembros, éstos campamentos duraron más de un año y hasta la fecha hay más de 50 campamentos que se siguen formando por las grandes necesidades que sufre el país, como es; la pobreza, la corrupción, la vulnerabilidad a desastres naturales y el bajo nivel de educación. Mucha gente se ve obligada a desplazarse de sus provincias para buscar una mejor vida a la capital del país.
Esta situación de campamentos de refugiados y desplazados ya no podía más seguir así. A mediados del año 2012 comenzó la reubicación de las personas. La realidad de muchas familias, es que se desplazaron para formar otro “estilo de campamentos” en las afueras de Puerto Príncipe, en lugares designados por el Gobierno, o se ubicaron en las zonas donde vivían antiguamente, en estrechos corredores que carecen de mínimas condiciones: sin espacios, sin agua potable ni luz, sin canalizaciones, muchas de las “casas” sin ventanas y de una sola habitación, donde se hacinaban de seis a ocho miembros por familia. A esto se le suma que muchas de estas viviendas aún sufren inundaciones frecuentes. Y un añadido más, es que, tales condiciones motivan a muchas personas a abandonar el país, convirtiéndose en presa fácil de redes de extorsión, trata y tráfico de personas.
A partir de ésta triste situación de la vivienda y tan inhumana, se ha querido atender el grito de los migrantes y desplazados internos en Haití, personas relegadas en la sociedad y con un alto grado de vulnerabilidad. La Comunidad Intercongregacional Misionera CIM que se formó por la CER (Conferencia Ecuatoriana de Reigiosas (os)) después del terremoto 2010 y en unión con otras congregaciones religiosas llamada PIM (Pastoral Intercongregacional para Migrantes) escuchó éste grito y se dio a la tarea, a la construcción por el momento de doce casas pero el sueño es de construir 40.
Fotos: Desplazamiento de los campamentos y conjunto habitacional del PIM

Requisitos y descripción de las doce familias que fueron beneficiadas con las casas y el aporte de ellas.
 Se trata de personas que fueron desplazadas de los campamentos surgidos a raíz del terremoto del 2010 o personas repatriadas en la zona fronteriza.
 Que vivieran en alojamientos provisionales o en condiciones de grave precariedad.
 Personas vulnerables. Se conoció su historia familiar, número de hijos, edad, grado de escolarización; si las mujeres fueron o no víctimas de la violencia de género; si son familias mono parenterales; qué fuentes de ingresos tenían, qué sueños y esperanzas albergan para el futuro.
 Se les hizo un seguimiento en la participación de los grupos de “Economía solidaria” u otras actividades organizadas en los campamentos o zonas en las que ya se está trabajando y que dieron muestras de responsabilidad personal en los compromisos adquiridos con el SJM o la CIM.
 Aceptar que al entrar en el Proyecto, tendrían que asumir también un ritmo de devolución mensual de un dinero como crédito para cubrir parte del costo de la casa.
 Se vio que para promover el proceso de empoderamiento de las personas seleccionadas que les llevara a ser ellas mismas las protagonistas y generadoras del cambio positivo en sus vidas y en la sociedad haitiana, adquirieron un compromiso de pagar el 25% del coste total de la casa, pagando mensualmente un alquiler durante 10 años y la participación en talleres de capacitación en iniciativas económicas. Se vió también la implicación con colaboración en el trabajo de construcción y conservación de las viviendas de acuerdo a sus posibilidades y formación profesional. Podrían colaborar como albañiles, choferes, carpinteros, forjadores de hierro, etc.

A lo largo de los cuatro años en que estamos implicados en el Proyecto “Conjunto habitacional PIM” hemos dado algunos pasos importantes, gracias ante todo a la solidaridad de varias congregaciones religiosas, grupos parroquiales, recaudaciones en campañas misioneras en colegios y escuelas en otros países, ONGs surgidas con el espíritu de nuestras congregaciones, donativos particulares de personas sensibles con la realidad de Haiti. Así se ha podido adquirir el terreno, se ha hecho el debido cerramiento, se ha cavado un pozo para tener agua y se han ya construido 12 viviendas. En el año 2018 se ha logrado construir la estructura para colocar 6 depósitos de agua de 1.000 galones cada uno, se han puesto paneles solares para activar una bomba de agua que sea capaz de enviar el agua del pozo hasta los respectivos depósitos, se ha hecho la distribución del agua a cada vivienda con la consiguiente revisión de las conexiones y de las tuberías. Además se han hecho algunas modificaciones necesarias en las primeras casas construidas según las sugerencias de las familias y se ha logrado pintar por dentro y por fuera todas las viviendas del conjunto habitacional “Vilaj PIM”. Queda aún por resolver el asunto de la dotación de energía eléctrica a cada casa y el financiamiento de las 28 casas que completarían el proyecto.
Se ha visto que la problemática de la vivienda es, pues, en Puerto Príncipe un desafío. Otros puntos desafiantes a mencionar son la problemática del comercio informal y la agricultura. El 80% de la población haitiana vive del comercio informal. Se constata que un porcentaje muy mínimo de gente tiene un trabajo relativamente estable. En cuestión a la agricultura es muy compleja y frustrante, el estado solo el 5%, lo destina a la agricultura, la mitad de la fuerza laboral femenina trabaja en la agricultura. Se dice también que el 70 % de la población trabaja la agricultura de subsistencia con métodos muy artesanales y con muy poca industrialización, lo poco que producen es para la subsistencia de la familia y si les sobra la destinan al comercio en sus propias localidades.
JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO:
En el país de Haití no hay infraestructuras para dar respuestas a tantos desafíos sangrantes y muy actuales (salud, educación, economía, etc.). La comunidad de la CIM y la PIM quieren cada vez más implicarse por el momento en la misión de acompañar a 12 familias que son las doce casas que se han construido: 20 mujeres y 40 personas, entre hombres, jóvenes, adolescentes y niños con estrategias y actividades para un cambio sistémico y convencida(o)s de que sólo la esperanza nos puede salvar al ver problemas tan grandes que siguen creciendo en lugar de disminuir, Se quiere que estas familias sean “Pequeñitas semillas de esperanza”. Porque la esperanza es como una semilla pequeña que contiene el germen de la vida.
La realidad del mundo migrante y desplazado en Haití, se cree que llama a responder al clamor de los más empobrecidos y marginados de nuestra sociedad, uniendo fuerzas para lograr frutos más estables y duraderos que redunden en el cambio social de las estructuras que, muchas veces, en lugar de liberar van oprimiendo al más débil y vulnerable.
Para concretizar nuestra implicación y aterrizar en gestos concretos para dar continuidad a este proyecto de las 12 familias del conjunto habitacional que la CIM y la PIM están llevando adelante, después de haberles ofrecido una casa digna que ellas mismas van adquiriendo con su aportación económica mensualmente, vemos necesario ayudarlas o a impulsarlas a ser más autónomas con una economía autosustentable, y unas de las alternativas que se han optado con éstas familias, es la elaboración de sandalias artesanales y de huertos familiares.
EL PROYECTO CONSISTE:
Capacitación a doce familias que quieren trabajar en equipo, creando relaciones humanas y deseos de implicarse en tareas de desarrollo, crecimiento personal y comunitario.
Formación en personas emprendedoras, que tengan aspiraciones, esperanzas y deseos, con sentido de su dignidad y valor de su esfuerzo por conseguir un cambio en su vida y en la sociedad.
Formación práctica en tejido y fabricación de sandalias artesanales a 25 mujeres.
Formación y concientización sobre el respeto al medio ambiente a 12 familias
Elaboración de un huerto en común y de12 huertos familiares en el conjunto habitacional de 12 viviendas ya construidas en la localidad de Lilavois PIM Haití.
FINALIDAD DEL PROYECTO:
La finalidad de este proyecto es acompañar a familias que han sido migrantes, deportadas y desplazadas de HOY, dando respuesta a una de las prioridades que giran en torno a la necesidad de reforzar su Economía que garantizará un trabajo y generará fuentes productivas de ingresos.